La vela de aquella noche se terminaba,
y las letras de aquel diario continuaban,
la noche más oscura se hacía;
y la historia de aquél amor… también…
¿Qué más podría pedirle a la vida?
dijo ella, con un nudo en su garganta,
la pena extinguía su alma,
como el sol se esconde, así se levanta.
De sus labios escaparon las palabras,
que ella suplicó jamás escuchar,
él se rindió, ya no quiso luchar,
y a su corazón negó el amar.
¿Cómo mirar al cielo sin llorar?
Dijo él en su pensamiento,
sus fuerzas se consumaron,
en ese nefasto momento.
Y de su mirada se escaparon esas lágrimas,
que él imploró nunca provocar,
ella se derrumbó en su dolor,
el sol que un día los iluminó,
hoy ante ellos se escondió… y oscureció.
Ella con una mirada lo despidió,
Él en su silencio la abrazó,
Y en aquella tormentosa noche oscura
el dolor los llevó a la locura,
dejando marcado un beso en el firmento,
beso que la luna lloró por tanto tiempo…