Con mi mujer somos totalmente complementarios en la comunicación
ella habla y yo escucho.
Siempre ha tenido más necesidades de las que yo he podido imaginar jamás en mi vida.
La única vez que ella me coqueteó fue cuando nos presentaron.
Habiendo sido una hermosa diva cuando la conocí se convirtió con el tiempo en una bruja administrativa.
Demás está decir que nos llevamos muy bien en la cama.....
radería insipida y aburrida.
Este año iba a cumplir con ella treinta años de trabajos forzados.
Hoy me es más fácil ascender al Everest que darle un beso con lengua a mi mujer.
El sexo es una palabra tabú en mi matrimonio .Aunque yo la digo a veces en la oficina.
Es curioso que habiéndola conocido bastante puta ahora anda haciéndose la virgen del Perpetuo Socorro conmigo.
Por supuesto que para ella nada es imposible menos hacérme la vida así de ese modo.
Al parecer la amé un día o una noche en que seguro que estaba borracho,noche que ahora no alcanzo a recordar.
A mi me gustan las leyes naturales y a ella las leyes de los abogados.
Este en particular
que me dejó como pirata
después de sacarme un ojo de la cara.
Si hubiese tenido un garfio los habría matado a los dos en el acto.
Después de pagarle los daños por los años felices que pasamos,los dos se besaron apasionadamente frente a mi.
Increíble mi mujer era la misma de antes
pero con otro candidato para hacerle la vida imposible.
Distinto de mi.
Que por fin era libre.