la negra rodriguez

¡HASTA AYER!

Hasta ayer me permití

doblegar mi fortaleza

a las penas  del amor

 que demostraron flaquezas.

 Hasta ayer, lloré en silencio,

lloré  a gritos, lloré en versos;

que  como lágrimas cayeron

sobre nada y se hicieron nada

en el olvido de  nada.

Lloré por lo irremediable;

pero…

solo,  hasta ayer lloré.