Podría pelear con el mundo y arrojar lejos de mi toda ilusión,
hasta podría negarme a soñar y así destruir por completo la esperanza,
podría olvidar el color de las letras que construyen mi nombre
y vaciar por el retrete el sonido monótono del corazón,
pero eso no daría solución a la problemática existencia
ni sería una respuesta válida a los cuestionamientos de la vida.
Podría comprar por internet un arma para auto aniquilarme
o robarle un disparo a un policía irascible y trasnochado,
pero eso no aseguraría la eficacia en la hipótesis de mi deceso,
no me libraría de mi propia responsabilidad de morir a tiempo.
Podría dejar de levantar los brazos y no mover los pies,
negarme a respirar, a beber agua y alimentarme,
pero eso no significaría nada para nadie incluyéndome,
por eso me resisto al suicidio y le hago muecas a la muerte,
por eso confronto y afronto de frente e irreverente a la vida.
Podría no escribir este poema y negarme al milagro de la palabra
con sus abracadabras herméticos de silencios y sentidos,
podría incluso hacerme astronauta del universo on line
y liberar toda la basura que contiene mi mundo en el espacio sideral,
pero eso no me haría diferente, eso me disfrazaría de igualdad
y me resisto a ser una réplica del molde general.