No. No pienses que no te quiero
solo porque no te digo que te quiero.
Las palabras son simples letras
y quererte es más que palabras.
No. No desconfies simplemente
porque mis labios no conjugan un verbo.
Siempre hay más de cierto
en el silencio que en las palabras,
por eso, duda cuando diga que te quiero
pero sabrás que no miento
con mirarme atentamente.