Todo comenzó cansado de soledades
Inconciente viviendo de miedo a mi muerte
Sin espanto y lleno de aburrimiento
Mi verdugo empujo la mano
Busco tu ojo. Mirando eternidades
Tránsito esperanzas ilusionadas
Y en tu mirada de fogata y sonrisa
Desbarato lluvias y tormentas
Con mi alma desnuda me arrodillo en tus labios
Todo terminó.
Bien.