Mañana abriré los ojos,
renovada la esperanza
entrará por la ventana,
con el aroma de la hierba
y de la tierra mojada.
Y la gota de rocío
posada sobre la rosa,
se convertirá en cristal
desparramando su brillo
en la esencia de las cosas.
Mañana abriré los ojos
alzaré mi vista al cielo
con la primer luz del alba
veré como huye el lucero.
Cuando mi cuerpo indolente
se despegue de las sábanas
para no sentir tu ausencia
me abrazaré a la almohada.
Y lentamente al poner
la ropa sobre mi cuerpo
me asaltará el pensamiento
de ese roce de tus dedos.
Cuando golpees la puerta...
voy a abrazarte en silencio
y me dejaré llevar
por el fuego de tus besos.
Mañana cuando despierte
yo voy a amarte de nuevo,
hoy quiero dormir conmigo...
¡tan sola y sin tu recuerdo!