Inundemos la fragata de la huida,
no dejemos que los detalles
se disuelvan en el presente,
cada suspiro firmó su propia partida.
Besándome déjame naufragar.
Naufragar en ti y conjugarme en tu pensamiento.
El motivo que me das para amar,
es el mismo que me mantiene atento.
No se pueden consumir los minutos,
minutos que ya se vivieron.
La bitácora del viajante
tiene más historias
que las propias horas de viaje.
Amor de mediodía
tuvo su comienzo con el amanecer,
con la coincidencia del día,
y el recuerdo de la noche al crecer.
© Sar Poet Romero