Cuando llega la noche, cerramos los ojos y damos paso a los sueños. Nos arriesgamos a que todo pensamiento, de nuestra mente se haga dueño. Tendemos a asociar los pensamientos que solemos evadir con las llamadas \"pesadillas\" y a todos aquellos pensamientos buenos o atrayentes, con \"sueños\". Pero lo que en realidad no sabemos, es que al fin y al cabo todo son sueños, unos mejores y otros peores; pero siguen siendo eso, sueños. Hay veces que hasta incluso esas pesadillas nos crean insomnio, insomnio por el miedo que nos causa el creer que ese horrible pensamiento pudiera hacerse realidad. Pero yo me pregunto: ¿por qué dejamos que un producto de la imaginación se adueñe de nuestra mente? si alguien encuentra un día una respuesta racional, por favor que me la haga saber.
Además, ¡esa es la alegría de vivir! el poder vivir soñando y soñar tu vida. Por ello hemos de tener el valor suficiente para encarar cada uno de nuestros pensamientos, pues hay veces que hasta nuestra propia mente es tan poderosa y manipuladora que perdemos el control y nos dejamos guíar por ella.
Es por eso que a los soñadores nos llaman locos, y a los locos... soñadores.