Ojalá el viento del otoño
me lleve lejos la pena
ésta querencia que me ahoga
que quema y llena
mi pecho de inconsistencia
y de una lastimera impotencia.
Mi mirada en lontananza
otea en vano el horizonte
esperando que aparezcas
y en el camino de tierra
indeclinables se borraron
tus sutiles huellas...
El paisaje, me tiñe el alma
de un oscuro gris...
Se mezclan en mi mente
palabras irreverentes
y añoranzas de un tiempo
con un diferente matiz.
La amargura
pretende arrastrarme
al laberinto de la locura
y en las copas
lloran las hojas
tu fina ausencia de rosa...
Adolfo César (NAZARENO)