Te sentencio
Te sentencio,
a que me amarás algún día,
despertarás
en una mañana cualquiera,
necesitando de mi compañía.
Clamarán entonces tus manos
las caricias tibias de las mías,
exigirán tus oídos mis palabras
y el oleaje intenso de mis versos.
Tus ojos te pedirán aquella mañana
la luz que amanece desde mi mirada,
y tus noches serán de desvelos,
cuando no encuentren
los latidos de mi cuerpo.
Me amarás entonces, te sentencio,
y no soy yo el que te condena
sino este corazón que te ama
y que requiere terminar con su pena,
ya no sabe latir sin tu presencia,
y se desangra de lágrimas
en sus silencios.
Me amarás entonces, te sentencio,
con una intensidad jamás conocida,
aunque hayas amado otros corazones
aunque tenga que esperar toda la vida.
Y si tengo que ir a arrebatarte
de la condena misma de la muerte,
incluso ir a buscarte
a otros tiempos o vidas,
me sobreviviré para ello entonces,
pero me amarás, algún día.
Valentino Malatesta