la negra rodriguez

LAS TOCAYITAS (Carmen en blanco y negro)

 

 A pesar de que hay más Carmelas en el foro

(he conocido a  algunas  todas españolas);

hoy, me place hablar de dos que contrastan en todo

-mejor dicho contrastamos-

Carmen Diez, la dulce enamorada del amor:

alta delgadita, rubia, tierna y dulce;

inquieta con sus alas de mariposa

que revolotea dejando  su miel en cada cosa.

Por eso bien la hemos nombrado recluta de la ternura,

porque recluta para su vida  la hermosura

para engalanar su alma, su corazón de poeta;

 que sobredimensiona todo lo que su ser valora;

que para toda situación  tiene un dicho o un  refrán.

Es alegre, optimista y amiga muy leal.

Carmen rodríguez (yo) que he renegado siempre de mi nombre

pero aquí  con Cármenes tan hermosas   como ella,

le he cogido  al final de cuentas el sabrosito agradable.

Soy: bajita, gordita negrita, alocada, apurada,

brava (coronela decía mi madre que era);

temperamental, impulsiva, intempestiva,

descachalandrada, desordenada, simple.

Pero siendo tan distintas

hemos aprendido  la una de la otra y sin duda alguna,

nos queremos  con ese amor que nace desde el alma.

Nos han  unido tantas cosas:

la poesía, la amistad pura y sincera;

ser depositarias mutuas

 de las  más íntimas confidencias

con las que bromeamos cada  día.

Ella sabe de mis penas y mis alegrías;

yo sé de sus penas y de sus triunfos

como poeta, como mujer, como madre.

Uno de esos triunfos,

es ser la reina del corazón de su poeta,

pues  de sus labios sé que él es su mayor tesoro.

Mis precarios triunfos, ella me los celebra

Y convierte el diálogo en una fiesta

Con su alargado: “ jaaaaaaaa”.

Y  mi principal  triunfo es poder vencer mis penas

con su ayuda, que es mi pan de cada día.

Ella paciente, yo impaciente;

ella dulce y buena, yo tirada a mandona;

ella  es un canto  de amor, yo uno de dolor;

ella baila sevillanas, yo bailo sanjuanitos.

Pero  la amistad nos  converge,

el cariño nos amalgama.

En eso  somos iguales,

aunque sigamos diferentes.