IMAGEN EN EL CEMENTERIO
Toca su lápida…
más que tocarla la acaricia,
con el borde de sus dedos
limpia cada una de las letras de su nombre,
con pausa poda la maleza que cubre su rostro,
conversa con él, llora, se levanta, da la espalda,
y se va con lágrimas entre sus manos.
Angel Arvelaez