Impacientes mis labios
juguetean frenéticos, con los botoncitos
de tu pecho,
colmándolos de besos,
y ternuras.
Una explosión de humedades
espirituales,
Sin recato tu intimidad inunda
Traviesamente,
desciendo a esa zona abrasadora.
Ansiosa de lujuria y deseo,
Perdiéndome en tu jardín,
Ávido
de lascivos apetitos.
Arribo a tu pequeño océano pletórico
de fino bálsamo enloquecedor,
Incitándome a naufragar
en ese diluvio de placeres mundanos.
Nuestros cuerpos se recrean
en la amplitud, de nuestros carnales
Apetitos.
Nuestros apasionados
clamores,
se apagan poco a poco.
Ahogándose en leves suspiros
que más que suspiros, cumplidos son.
Con delirio exclaman
¡Gracias amor!
bambam