Se le van marchitando los días
entre las paredes de su bondad
a una mujer madura.
Habló con Dios toda su vida
en la mas profunda soledad
de una habitación oscura.
Nunca supo que decir
porque todo estaba dicho,
pero le pesa la mirada
cuando llora.
Y aunque le tiemblan las manos,
empuña una cruz y a su imagen
de nuevo le implora.
Deshoja margaritas negras
en su lado de la cama
mientras se acomoda de costado.
Unos gatos desdibujados se la miran
mientras le calientan los pies
cuando duermen a su lado.
Ve la niña que fue
lejos de su cama,
con las manos abiertas
levitando en el suelo,
mientras sonríe
a través del dolor,
él le responde
y están juntos de nuevo.
En la profundidad
de su nula ilusión
y sus pocos deseos,
encuentra luces silenciosas.
La arena de la cordura
se le está agotando
entre negros desiertos
de sombras borrosas.
Cree que nadie
vera la luz de Dios
a no ser que la busque
en el corazón de su vida.
Crueles son los arácnidos
de la demencia
que construyen telarañas
entre sus heridas.
Como la lluvia,
que lava el gris del cemento
de muchos cementerios
entre bosques olvidados,
como el viento...
que se filtra entre sus flores
disecadas por el pasar de tantos años.
A veces me detengo a recordar viejos retratos
y leyendas en sus lapidas incrustadas.
Mi padre lo era todo para mí .....
mi maestro, mi consejero, mi cuidador;
era algo peculiar, pero sobre todo, era mi mejor amigo.
Nunca le escribí un poema.
Dios le bendiga y mantenga a su lado ............... con todo mi amor.
Gracias por permitir compartir con ustedes este regalo.....
Cuando aquellos que amamos desaparecen, en realidad nunca nos dejan;
están con nosotros ahora... donde quiera que estemos.
Aquellos a quienes hemos querido, viven para siempre,
porque su amor se envuelve alrededor del corazón.
Y aunque es difícil ahora...
algún día más allá de nuestras lágrimas
y todos los males del mundo;
más allá de las nubes y todo lo que podemos ver y tocar,
A altas horas de la madrugada cuando las sombras enpiezan a difuminarse
sus ojos reflejan una luz en el cielo que esconde el mundo que ha vivido.
Antes de que el día dé sus primeros pasos
trata de capturar parte de esta inocente madrugada
y asi mantenerla en su corazón para siempre.
Como la nostalgia,
que se mece en su remanso de paz a traves de la vida.
Como una golondrina,
que navega en sus horas vacias por encima de los bosques.
A mi madre... Que Dios la mantenga conmigo muchos años
Y a la memoria de mi padre que murió hace ya bastante tiempo.
Ocsirnaf 03/06/2014