Sergio Jacobo "el poeta irreverente"
UN TREGUA EN JUNIO
Ahora sé, cuando siento mi boca que desprende siniestra un beso en el vacío, ahora sé que sostengo las ganas en mis dedos al rozar tu cintura, inquebrantable y tierna. Mis ojos cabizbajos en tristes mocedades pero que importa creo, si me dejas un momento desnudar mis entrañas muy cerca de tu cuerpo: ¡No!...Ni preguntes qué nada me ha pasado, aproxímate un momento acaricia mi olvido y, deja que te envuelva mi soledad… y abrigo pero no unas tus palabras, ni cures mis heridas, quizás ni eso merezco sólo tu compañía. Deja sentir tus labios y tómame la mano seamos dos extraños, en un lugar callado, por qué –que compromiso hay- Cuando el amor es sano.
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