El verte o no verte, es lo que me mata y me alimenta cada día
una antítesis paradójica del día a día.
el latir palpitante y desgarrador al sentir tu olor.
El dilema diario de mi corazón.
El eterno vivir de un sentimiento confuso que crece en mi
¿quererte o dejarte ir?
Pero, cómo quererte aquí
Si no estás hecho para mi.
Si tan solo las noches de locura junto a ti
No fueran simple fantasía.
A pesar de tus besos y tus caricias
Cada gesto es ajeno a mi.
Un segundo de esas noches siento que no quieres estár sin mi
Pero cada mañana al despertar
Pienso que solo yo te empiezo a amar
Y siento la necedidad desesperante
De no dejarte nunca más
Queriendo que tu piel se quede por siempre junto a mi
Que ni el más crudo dolor nos logre alejar
Que el resto de las miradas no nos estremescan
Y que no sintamos miedo de lo que acontesca.
Pero vuelvo a pensar
En cómo te puedo amar
Si soy una más
Una extraña que se acuesta en tu cama
Y que cada mañana se marcha, como si no pasara nada.