Nunca estamos preparados para crítica cualquiera,
Todos somos susceptibles al suponer que comentan
Algún hecho verdadero, o una mentira pequeña;
Parecemos intocables, como soberbias estrellas;
Y evitamos el encuentro, el saludo o la reyerta;
Todos somos caracoles en una recia cubierta;
Y en vez de aclarar las cosas, buscamos islas desiertas;
Cada quien para su santo y todos para la miseria
De una eterna soledad, de una vida que se aleja,
En mil gamas de colores, de la unidad primigenia;
Desdeñamos el perdón y la aclaración sincera,
Optamos por el silencio y la convivencia, muerta;
Yo por eso recomiendo que haber debe comprensión,
Recordar que como hermanos no debemos dar dolor
Sino apoyo, honestidad, fraternidad y pasión:
No destruir con los labios sino llenarlos de amor…