Amémonos
al amanecer y al anochecer,
en cada segundo de los días.
Amémonos
en la adversidad, la desventura,
en la tormenta y en la calma,
Amémonos
sin medidas, hasta el cansancio.
Amémonos,
hasta que uno de los dos se rinda.
Y en esta batalla de caricias,
que sea el amor
quien gane.