Batir un duelo a diario hoy no es mayor preocupación, pues viví grandes batallas, y diré gané algunas, pero diré que otras no.
Solo en las que puse verdad, honor y el más puro corazón, cumplieron expectativas para ser fáciles contiendas, y a las que no me importaron, ¡ay esas!; en esas fracasé yo...
En este instante que escribo,¡Dios!, en una estoy implicado, nunca difícil de ganar, pero si difícil y arduo su entramado, pues en el campo de batalla, habré sin más de enfrentar a mi calma y tu tempestad.
Y siento ser fácil...; y digo ganar difícil por aquellas contiendas que se libran con humildad, humildad que me acompaña al frente con amor, a los flancos con decisión y mirando a la retaguardia... Todo el empeño de mi corazón.
¿Como no ganar esta guerra con tan valioso ejército a mis ordenes?.
Pues seria de necio y torpe o poco avispado, el no poner en renta mis propios valores, aun con ello nunca ignorarte ni dejarte de lado; y como lección importante, si gustas tomar, ofrecerte un sendero que en todo momento iguale tu posibilidad.
Ese sendero que evita el camino hacia aquel cerco, aquel cerco que mentan el de la mediocridad.
Sigilosamente rodearlo, con cautela, y nobleza evitarlo, convertirlo en infranqueable, a golpe de puro amor no dejar de recordarlo, y con ello conseguir mi victoria también palpar, y sobre tal batalla y tan gloriosa hacerme dueño;
\" DE TU CALMA Y TU TEMPESTAD\".
SSM.