Con tus ojos me arrancas tanta ternura
alientas mi oscura alma, la llenas de luz.
Amante, tú me has amado con hondura
hemos andado juntos, cargando la cruz.
No hay más terso territorio que tu piel
y más virtudes que lo físico no tasa
eres más sana y dulce que la misma miel
mi alma, mi amor, de amarte jamás se cansa.
Hemos encendido nosotros el fuego
que no cesa de encender hacia la vida
aquel que intenta, terco, matar el ego
que convida a la vida, a la muerte convida.