Sé que para mi Dios no existen los imposibles,
el hace florecer en el desierto la palma.
crea de la nada lo invisible y lo visible,
también puede devolverle al cuerpo inerte el alma.
Puede asir en su mano la estrella más brillante,
recoger con sus dedos el polvo de la tierra,
convertir a los pequeños en fieros gigantes,
él cierra y ninguno abre, él abre y ninguno cierra.
Vestido de gloria y coronado en majestad,
a su trono la justicia hace resplandecer,
quebrantando con su brazo fuerte la maldad,
y con su diestra librando al justo de caer.
En él habita a plenitud la ciencia y amor,
de él son el poder la gloria la honra y el honor