Alguien diferente

Certidumbre

Incrédula por la carencia de convicción en tus palabras,

quiero saber cómo, ingenua de mí

me dejé arrebatar el corazón, palpitante de energía juvenil.

 

Quiescente en mis recuerdos,

atenta a aquella pasividad evidente,

viniste a mí, únicamente por mi sensualidad atrayente.

 

Porque dime, alma ingenua y desdichada

¿acaso dudaste un segundo en dejarme, sola e indefensa,

a orillas de esta amarga y cruda existencia?

 

Volverás con los ojos vidriosos rogándome,

suplicándome, con altivos aires de certidumbre,

pero solo te diré: \"fue demasiado duro salir de mi oscura pesadumbre\".