Eco del alma

Todo me recuerda a ti

Todo me recuerda a ti,


EL viento, el sol,  las aves,  el cielo, recuerdo el color de tus ojos,


Todo lo que me rodea hasta en la oscuridad,


En medio de la noche deseando pronto el mañana,


Para ver el rayo de luz, como los del sol,


Que te hicieron brillar,  como el cielo adornado con blancas palomas,


Que volaban bajo el espacio celeste,


Era un día de otoño donde se caen las hojas,


Siendo arrastradas por el viento en medio de los parques,


Mientras camino, deseo tener la fuerza de un tornado,


Traerte a mis brazos, con el valor de nuestro amor,


No  si tu no estas quien recibirá las flores de cada mañana,


Quien me humedecería  mis labios con sus besos,


A quien le contaré los latidos de su corazón, cuando este en mis brazos,


Me parece una locura, que tenga que pensar así,


Si siempre serás el amor de mi vida,


Están preciosa la vida con amor, es un arma para luchar,


Con amor puedes soportar a tu enemigo y abrazarlo,


El amor el mejor antídoto para las heridas del que está en agonía,


No ágamos la ternura una costumbres, que tengamos que lamentar,


No los transformemos en amigos, si yo aún te amo,


Tienes alma de conquistadora, te llevaste mi corazón,


Hablas con una dulce voz que me ases soñar,


Tienes unas manos de ceda para acariciar,  es como llegar a las


estrellas,


Eres una vertiente de canciones de amor,


Que llenan mi corazón, y las entona mi alma,


Pensar que te di lo que estaba en mí,


Con mucha ilusión de que fuera un gran amor,


No dejaría de pasar un día,  de no acerté el amor,


Para no olvidar como tú lo hacías,


Era como un manantial que fluía el amor,


Con tu amor aprendí alejar mis penas,


Y vivir con felicidad,  quererte hasta enloquecer,


Mientras la vida se evapora lentamente se acaba,


Solo los recuerdos se estampan, y no se borran,


Ni la soledad, ni los silencios de la noche terminaran con mis sueños,


 El deseo de besarte con efusión,


No olvidaras cuando llenaba tu rostro de ósculos, cuando caía la nieve,


Mi gran deseo es que no se congele nuestro amor.


  

 

 

Autor Eco del Alma


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Antofagasta, 05-06-2014