Caido y sufriente.
Herida en todas sus expresiones, alli
estaba en su ultimo fragmento de vida.
De agonicos y sufrientes ojos negros,
lejos de su soleado y precioso mar,
lentamente apagandose, cerrando sus
ojos de este mundo, yaciendo en humedo
pasto, mientras la ultima pestaña de a poco
el telon cerraba.
Su blanco cuerpo, llevado lentamente por la corriente
dejando el mundo, iba con lo suyo y para lo suyo
en aquel desfile final, Solidos laureles
de los cuales lentamente llegaron a la
ultima puesta, mientras lentamente
la dorada cabeza, se iba sumergiendo en
como la gaviota, hacia su final.