con un insignificante OK, con un por siempre y no te dejaré, con amor,
¡Que ridiculez!
Que juego de inciertas fantasias, de ignoradas palabras, y de conversaciones pobres.
Y todo lo tengo que callar, que doloroso silencio.
¡Rayos Cielo! Por que me haces esto?
Sé que al rato, ya estas en el mismo juego, dandole mar al viento
Te Quiero mi cielo, pero no es cuando lo quieras llevarlo por dentro.