Sin ella...todo cambia
se ocultan las palabras
se opacan los colores
se congelan los sentidos.
Sin ella... el azul del cielo
me parece tan sombrío;
el paisaje se entristece
y se oculta el sol;
el crepúsculo desea permanecer
para que el alma se deslice
entre sus sombras.
Sin ella... la arquitectura de la naturaleza
es solo polvo y piedra;
la suavidad del viento
se pierde en el silencio.
Sin ella... las nubes caen
como gotas de un cielo
que no dejan ver la luz,
y el fuego es solo ceniza
de las palabras tiernas
que el viento se lleva.
Sin ella... el tiempo solo es tiempo,
no tiene historia, no deja huella;
en donde esta el amor si estoy sin ella.
Sin ella... la palabra amor
tiene muchas tachaduras,
esta mal escrito;
tiene muchas enmiendas.
No soporto el peso de los versos
y la conciencia no tiene sueños;
estos ríos no llevan aguas tan solo lagrimas.
Sin ella...
el todo ahora es la nada.
Sin ella... todo sigue cambiando,
no hay inspiración
de cantar con las palabras
con fogosa exaltación.
Sin ella... el ímpetu y la euforia se han perdido;
¿dónde te has metido loca inspiración?
¿donde te hayas escondida?
¿dime donde estas para que vaya a buscarte?
¡no comprendes que me haces falta!
necesito de tu influjo para vivir, para existir.
¡Que duro es estar sin ella!
porque sin ella estoy;
estoy sin ella.
Autor: Mario Alberto Portillo López.
Todos los derechos reservados.
Seudonimos: Mayin o Kalipso (72)