Murialdo Chicaiza
DOMINGO EN JUNIO
Desde esta soledad tan domingo me acompañohasta las implicaciones de intentar poetizar la irrealidadmediante este latir que golpea mi pechointento abrir las brechas del misterio. Camino, intruso de abismos, curiosono bastan estos mis sentidos, esta barba burdapara atrapar los cúmulos de artemisasque sobresalen desde esta calma herida.Mientras mi madre se aproxima a la muertedesde este lado de la vida, casi dormido,siempre dormido. Viajo por los escondrijos, por caminos de hojascreo pisar ramas secas, algas y helechospero estoy sentado frente a una pantallauna pequeña y plana luz que simula la mañanay mis dedos corren presurosos para no dejar escaparestos pensamientos ridículos, sorpresivos.En tanto, me acerco a la muerteComo quien se acerca a una trampa de sortilegiosY “lágrimas negras” se propaga por el aire:“aunque me cueste morir”, canta una mulata.