Princesas sois, de quirófanos, princesas,
que explorando navegais por nuestros cuerpos
y horadando nos abordais los sentimientos
sin pararos a pensar, niñas traviesas.
Muñecas, de la natura filigranas,
seductoras, insinuantes y procaces
vosotras, de incitación, aves rapaces
para candorosas presas, ¡casquivanas!.
Pues que dios tan bien os ha hecho a su medida
y todo lo que dios hizo está bien hecho
embriaguemonos al fin de su bebida.
Brindemos por la belleza desmedida
respetando por supuesto su derecho
y demos a la mujer la bienvenida.
Y si tu crees tener el alma herida
y piensas que ya tu vida se ha desecho
busca otro trecho y hallarás otra salida*.