Cuando se impregna mi cuerpo de tus mieles
cual panal que invita a la dulzura
soy débil presa acorralada por tus ansias
rebosante de pasión y de ternura.
Tu calmas mi celo y yo indefensa
extiendo mis brazos para alcanzar el cielo
y en la dulce agonía me amarro de tu cuello
y así rompo el silencio de la noche: vencida
taty merced