Viernes de junio,
tarde gris,
observo el naranjo del patio,
las finas gotas de lluvia caen como perlas sobre sus frutos.
Te llamo en mis pensamientos
grito tu nombre,
estás muy distante
Y no puedes escucharme.
El cachorro de la casa se asusta,
no me cree capaz de tanta exaltación
es que te extraño tanto, el tiempo no corre
se detiene para martirizarme.
Es tanta la necesidad de tenerte a mi lado
que en ocasiones pienso que voy a enloquecer
es un viernes de junio
evoco tu nombre
mi corazón late fuertemente
Por ti y para ti.