Allí entre los trigales se asoma libertad,
desnuda está esperando su aroma me domina,
tan sólo necesito subir a la colina
dejando muy bien lejos la voz de mi ciudad.
Las rejas y el cemento sostienen mi ansiedad
por eso su presencia mis males elimina:
la miro y la disfruto toda ella me fascina
¿que soy un hombre libre? quizás sea verdad...
Allí entre las espigas te vistes de mujer
y agoto tus momentos soltando mi pasión,
tu rostro me posee, me dejo convencer.
De pronto acaba todo, pues toca sumisión,
Despierto de mi sueño, ya es hora de volver,
de nuevo en compañía de muros de hormigón.
Ramón Bonachí….. Tarragona