Me haces sentir
un ser tan indefenso.
Me siento
como si un
enfermo fuese.
Y no lo soy.
El que siempre
he sido, soy.
Un ser con anhelos,
esperanzas, victorias
de un alma
de vida llena.
Pero...siempre
me has envidiado...
Esto, lo afirmo.
Me he dado cuenta.
Y eres la que
me dices que
mi ignorancia, me lleva
a ver cosas que
no existen.
Existes, tú, sí.
También yo.
Pero hay una diferencia
entre nosotros.
Eres cruel,
y no puedes
decir lo mismo de mí.
Te he amado,
hasta la dimensión
de llegar a la locura...
Y ahora comprendo
que muy loco
habré estado
para poner mis ojos
sobre ti.
Te vi, te traté,
congeniamos, nos tratamos
como si de
toda la vida nos conociésemos.
Pero llego a la conclusión
que tu alma y la mía,
han estado erradas.
¡Qué decepción!...
Una más en mi vida.
No he de ser egoísta.
Tenías tus motivos.
Yo los míos.
Me amabas, aparentemente,
porque decías
que en la cama era excelente.
Lo tuyo no ha sido
realmente amor.
Ha sido una calentura,
un irrefrenable deseo
de placer, de encame,
de sexo...
Mientras que lo mío,
todo lo he hecho con amor.
Mi alma erró en elegirte.
Pero sí amor te demostré.
Lo tuyo duró
hasta que yo
te pude entregar
lo que de mí solamente
deseabas, sexo, placer...
Noches de lujuria.
Y ahora, que ya no
te puedo dar lo que antes
te daba... penetrarte
mi sexo hasta el fondo...
Ahora, que no puedo hacerlo,
para ti nada valgo.
Nuestras almas,
se han equivocado.
El amor...¿qué es
lo que sabes tú de él?
Cuando dos seres se aman,
pero de verdad,
a través del tiempo,
aunque el sexo
casi no exista
como en los mejores tiempos,
cada vez deben amarse más...
No eres una jovencita,
tampoco yo.
Pero tu actitud
de rechazo,
tu gran
y total indiferencia...
me hace pensar
que lo tuyo, ha sido
nada más que el deseo
de la cama y del placer sexual...
Has matado mis sentimientos.
Nuestras almas se han equivocado,
aunque yo, aún sigo enamorado...
me siento así,
porque tú has
envejecido mi alma...
Derechos reservados de autor ( Hugo Emilio Ocanto - 10/ 06/2014)