Te miro, allá a lo lejos, tan cerca que te huelo.
Te miro los ojos luces, la sonrisa estrella
campana flotando entre las olas,
bella. Allá voy, que si no fuera,
jamás escaparía del mareo remolino.
Te siento aquí, debajo, arriba, al lado, adentro,
entibiando el aire quieto y denso que respiro
quitando velos con tu suavidad pequeña,
sutil. Y me incomoda esa mirada a veces,
succiona interrogantes que ni yo comprendo
paladea respuestas que siquiera tengo
y me deja inquieto, si saber si debo
o no debo, si puedo quiero sé deseo
o solamente, creo. Sigo navegando hacia tu encuentro
sigo. Quedarme quieto a tu lado es imposible
me sacudís la quilla, bamboleo
y aunque espero no marearme con tanto zarandeo
y quiero huir, desesperado, avanzo.
Cuando más quiero alejarme, más te quiero.