Rueda, piedra, rueda
que tus ojos se llenen
de paisajes sin nombre,
que te acojan ciudades
que no te vieron nacer
Que con tu inmenso poder
rompas en pedazos tu memoria,
que el llanto azul del cielo
te lave la porosa piel
Rueda, piedra, rueda
que hagas callar a los perros
por donde te miren pasar,
que tus pasos silenciosos
retumben mas allá de los oídos del mar
Que brote mil veces
de tu grieta una flor,
que te bese en la boca
el perfume dorado de la ilusión
Rueda, piedra, rueda
que afortunada eres ya
pues al desprenderte de la sierra…
tomaste el camino al sol.