Casi un quiebre en la membrana
de mi tardía memoria
ha venido a acompañar este dolor.
Un letargo de instantes bajo la sombra de los años,
mientras el arroyo seca sus lágrimas de olvido.
Más la tierra permanece bajo mis pies
y nunca olvida que la he amado.
¡Oh, flor de pétalos ausentes
dolorosa alucinación de abejas extenuadas!
¿Qué haces aquí, con esta extraña actitud
de compañía angelical y mensajera?
Enrique Dintrans Alarcón