Ella es gris, así también es su nombre,
en su sombra dócil duerme la noche,
en sus labios desnudos, viste éste hombre
en sus senos agoniza mi broche.
Por la esquina de tus vestidos rosas,
Edén; desnudas la calle de abriles;
con tus ojos ninfas, rimas y prosas,
llevas heráldica, mis noches viles.
¡Oh!, maná de tanta mujer en gloria
dejad; cual fiel atalaya-Hermes,
volar por honor y escribir tu historia.
Gris,\"bonita\", siempre así la llamaba,
igual que crepúsculo, de mi amor,
¡quién podrá amar, como le amo y la amaba!.
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John Morales Arriola.