Vives eterno Edén, rodeada de amor;
Escenario tranquilo de un honesto fervor;
Y te consume el fuego, las caricias de un sol,
Y nada te arrebata tu sonrisa y pasión;
Eres ángel dorado, eres gran resplandor,
Bella luz encantada que intimida a ese sol;
En tu ser se consumen la nostalgia, el candor,
La divina presencia que trascendió el dolor;
Eres querida amiga una etérea luz,
Una mágica vida, un vibrante bambú;
Tu mágico recuerdo que trascendió lo azul:
Esa inmortal imagen entre tu esposo y tú…