Murialdo Chicaiza

DESDE QUE PARTISTE

Desde que partiste

   te llevaste la primavera,

las heridas ilusiones.

   Desde que te alejaste

hacia aquel país que se

   nunca visitaré.

 

Desde ese día

  te busco entre las briznas

entre las gotas de la lluvia

   y el aroma de los eucaliptos.

 

Y la gente se ríe al verme

   tan desolado  y gris

ya no desempolvo el sombrero

   ni recuerdo el olor a pino

de los senderos de hojas

   por los que me conducías

de la mano  y del corazón.

 

Y me busco y no me hallo

   creo , en las noches, mirarte

sin que tu amor me alcance

   inexorablemente ajeno

para el resto de mis días.

 

Y te recreo y vuelves

   el sol me trae tu tibieza

la mañana vislumbra tu aliento.

 

Pero en tardes como esta

   te siento distante y etérea

cierro los ojos para ver si

   beso el crepúsculo de tus cejas.

 

De todas maneras no quiero

   que me alejen de esta casa

estaré ausente cuando

   nazcan las cigarras.

Ni tú estarás, ni tu alma

   solo yo, mis rodillas,

y estas cuatro paredes blancas.