Esta noche, te he vuelto a ver,
Estabas sentado,
Creo que esperabas un tren,
Y una corriente de aire
Golpeaba tu rostro.
Reías tan fuerte en ese momento,
Decías que la luna te besaba,
Y que te sentías la persona más feliz.
Cuantos se reían de ti,
Cuantos te consideraban loco.
Oh pero tu poder,
Eras más poderoso,
Que sus opiniones,
Siempre con tu eterno optimismo.
Cuantos se reían de ti,
Cuantos te consideraban loco.
Se que has llegado a tu Ciudad,
Donde las flores cresen
Cuando el viento las rosa.
Pero para ti eso no basta,
Se que viajaras de nuevo,
A otra ciudad,
Donde las risas
Son imparables,
Donde la voluntad
Es el arma más poderosa,
Y cuando estés allá,
Se que me veras
Y yo te diré,
Bienvenido al manicomio.