La noche era la perfecta excusa para verte,
entre fantasmas, cigarrillos, y la habitación inerte
y la luna de cómplice sonreía airada,
conspiradora, sensible, con su tierna mirada,
doblaba este corazón fuerte,
en un colchón vacío y la almohada.
las letras juegan a las escondidas,
en mi mente el tiempo se transmuta
al mundo alterno llevarme disfruta
del que no encuentras tan cerca las salidas,
caminando causas lesiones y heridas
droga adictiva la cual gusta al corazón,
inhibe la respuesta de la mente y la razón
calles largas y avenidas desconocidas
y en el fondo una puerta diminuta,
tristezas y ansiedades en esa habitación.