Late mi corazón desenfrenado
Con sólo presumir
Que en mi covacha te has aposentado
Para poder sumir
La fea soledad que me atormenta
En fulgente belleza
Y lograr de ti la fe que alimenta
Y la ágil fortaleza
Para que mis latidos desalienten
Cualquier debilidad,
Y con vigor hercúleo sedimenten
La luz de eternidad.