Raúl Daniel

Yo, Jesús

Yo, Jesús

 

Hace dos mil años que no duermo,

¿lo sabías...?

Me lo paso pensando en ti cada día...

 

Bueno, no solamente en ti... en todos.

 

Permanentemente busco el modo

de conquistarte... ¡claro!,

sin obligarte a nada...

Tuya será siempre la decisión... eres libre,

como las aves que hice... y las plantas.

 

¿Te gustan las flores?... Te las regalo a todas,

hay de todos los colores... y formas.

 

Bueno, a otra cosa, te cuento:

a veces lloro... es que nunca podré entender

porqué no quieres vivir a mi modo...

por ejemplo: por qué cambias al amor por el placer

y a la felicidad por el dinero y el poder.

 

Y me duelen las más íntimas fibras de mi corazón,

pero igual abro mis brazos...

y te espero... Soy tu eterno enamorado.

Bueno... en realidad, Yo Soy el Amor.

 

¿Sabes qué?... Yo morí y muero por ti cada día,

y fue y es por amor... en una pasión inagotable,

con un poder insuperable, que trasciende al mañana

y es siempre eficaz... en un eterno hoy.

 

Pero, cada día en que me rechazas,

cada día que prefieres chapalear lodo

en vez de volar...

me clavas una vez más en la cruz.

 

Bueno... me despido momentáneamente,

otro día te contaré otra cosa.

 

Quien te ama incansablemente,

Yo, tu Dios... Jesús.