Con tu abrazo me elevas
hasta el cielo y más allá
y luego me regresas
con la luz de tu mirar.
En los bellos paisajes,
que existen en tus ojos,
al verlos cada instante,
me pierdo poco a poco.
En tan grata compañía,
desaparece el tiempo,
entre gestos y risas,
entre abrazos y besos.
Ambos podemos vibrar,
porque el amor me toca,
ni yo estoy lejos ni tu estás
tan distante de mi boca.