victolman

Traficantes de ilusión (Soneto)

 
Incandescentes tiempos de opresión
sepultan el consuelo de los justos,
los pueblos se revelan en disgustos
¡Libertad! van gritando a su prisión.
 
Llegan los traficantes de ilusión
con viles desenfrenos en sus gustos,
sus engaños los hacen más robustos
y a las gentes les roban su pasión.
 
Retumban las campanas de un ayer
reclamando su estado de derecho,
sollozan tristemente en su tañer
 
alertando a los pueblos… al acecho;
¡Unamos fuerzas, todos! por doquier
salgamos de las garras del despecho.

 
(victolman)