Pondré en el suelo una alfombra preciosa
Que en Persia te he comprado
Para que andes oronda y primorosa
En el místico prado.
Yo besaré ese suelo con amor
Sin que mis labios hiera
Y gustaré su esencia y su calor
Y tornarás quimera
Mis sueños de envolverte en mi locura
Para sentirte mía
Y pueda mi covacha tu hermosura
Rebosar de alegría.