¿Qué tal que le digo que me gusta?
Que a veces me descubro pensándola en el día,
que no fue voluntario, ni planeado, ni deseado;
pero que hoy es un lindo latido que no pretendía.
¿Serán sus ojos o el blanco de su cabello?,
tal vez su sonrisa espontánea y divertida;
probablemente los destellos de su inteligencia
o quizá sólo sea una obsesión compartida.
¡Qué locura mostrarle estos versos!
Su belleza inspirando belleza
y yo intentando callar mis deseos
de escribirla de pies a cabeza.
Un día de estos me saldrá lo valiente,
un día de estos le diré lo que siento;
mi silencio pecará de imprudente
y ese día me leerá el pensamiento.
Mi silencio pecará de imprudente:
Le diré que me gusta como ave en el viento.