UN AMOR INOLVIDABLE
¡Cómo extraño tus palabras!
De tu cuello me colgaba,
a tus rodillas me abrazaba
cuando mis pasitos yo daba.
Caminando mis senderos
de tu mano yo aprendí
a escucharte los consejos
que con tu amor los recibí.
¡Cuánto guarda mi silencio
cuando me acuerdo de ti!
Cuántos “te quiero”sin tiempo
hoy gritan dentro de mí.
Busco siempre tu presencia
en mis horas de soledad,
en la música que amabas,
en mi llanto con tu ausencia,
a tu pecho acurrucada.
Aquellas tardes de abrigo
escuchándote crecí,
hablamos cual dos amigos
de mi patria y mis raíces
del gaucho, del existir;
de los cantos de los pobres,
del prócer y sus valores,
del sol que pinta al salir.
Te amo , Padre, es difícil
sin tu aliento yo seguir.
Sin tu apoyo, sin tus alas
sin tu brazo en mi sufrir.
Con paciencia alimentaste
mis sueños de jovencita,
a mi juventud la guiaste
con bondades infinitas.
Yo te siento como el viento,
me despeinas y me cuentas
de un cielo , del universo
y me pides que yo sueñe
porque soñando se aprende
que el alma jamás se muere.