Seis pelotas de golf
se encontraron con Imanol,..
o ¿fué al revés?.
Allá por Lizaso,
entre árboles y sobre la hierba,
destacaban bajo el sol.
Aimar tan solo una,
mas la alegría le inunda;
La pelotilla bota como ninguna.
Sietes pelotas de golf
se chocaban, pat, pat, entre ellas.
¡Qué pizpiretas,.. estas bolachinetas!.
Diez pelotas de golf,
siete mas tres de un tal José,
cuchicheaban que Mikel cateó inglés.
Pero él, que listo és,
en Pamplona se quedó para estudiar
y Don Pepe un regalo le va a dar.
¿Qué cosa?, ¿que és?.
Una de sus pelotas... mire usted.
¿Cual de ellas?.. la blanca.. oiga usted.