Recién me doy cuenta
lo que es perder
en esta vida,
a un ser como tú.
Cuando estabas
a mi lado,
no he sabido valorarte
en toda
la dimensión
del amor
que nos profesamos.
No me he comportado
muy bien contigo,
que era lo que
correspondía,
por ser como eras
y sigues siendo.
Me importaba más
estar con
malos amigos
que me llevaron
a la gran adicción
a ese maldito alcohol...
Con tu santa paciencia,
tenías que levantarme
del suelo, y ayudarme
a acostarme,
porque mi gran borrachera
no me lo permitía.
Hasta que un día
te hartaste, y me dejaste.
¡Qué tremendos
momentos
estoy viviendo
sin tu presencia, amor!
Ahora comprendo...
tantas cosas
que antes no comprendía.
Como tu gran
dedicación hacia mí...
hasta que te cansaste
de ser mi niñera,
de ser mi ángel...
Tuviste que usar
tus alas y alejarte
porque ya
no me aguantabas.
Tenías razón,
no supe valorarte,
y hoy, me encuentro
en esta soledad
tan tremenda....
Con la diferencia
que he dejado de beber,
teniendo la esperanza
que puedas regresar
a mí....
No te pido piedad,
te pido... puedas llegar
a amarme como antes.
Perdóname mi amor,
vuelve a mí...
porque tengo miedo
de morir de soledad,
sin tu amor...
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto - 15/06/2014)